La ciudad de Valencia está repleta de lugares y actividades aptas para disfrutar en familia. Un punto de partida adecuado para comenzar un recorrido en el que los más pequeños sean los protagonistas podría localizarse en el Parque Gulliver, situado en el antiguo cauce del río Turia, a la altura del Puente del Ángel Custodio. Como su nombre indica, en este parque destaca la enorme figura del personaje creado por el escritor Jonathan Swift. Se trata de una gigantesca escultura de 70 metros de largo realizada por el arquitecto Rafael Rivera y el artista fallero Manolo Martín, con diseño del ilustrador valenciano Sento Llobell.
Siguiendo nuestro recorrido por las actividades pensadas para los más pequeños llegamos hasta el complejo de la Ciudad de las Artes y las Ciencias. En este conjunto de edificios, diseñados por el arquitecto valenciano Santiago Calatrava, encontramos en primer lugar el Hemisfèric, un espectacular recinto que alberga un planetario y una sala de proyecciones en tres dimensiones. El Museo de las Ciencias Príncipe Felipe exhibe una propuesta en torno al mundo de las ciencias, caracterizada por su interactividad. A las exposiciones y conferencias, hay que sumar un sinfín de talleres y actividades relacionadas con el público infantil, programadas en torno al ver, tocar y aprender. Otro de los edificios más destacados es el Oceanogràfic, que tal y como indica su nombre, se trata de un inmenso acuario, el más grande de Europa, en el que se reproducen los hábitats y especies submarinas de distintas partes del mundo. Entre sus actividades ideadas para niños, destacan aquellas en las que intervienen delfines o la posibilidad de dormir bajo los tiburones.
Muy cerca de allí, en el barrio de Monteolivete, podemos visitar otro lugar de interés para los más pequeños: el Museo Fallero, donde se puede conocer de manera detallada la historia y proceso de creación de las Fallas a través de los ninots salvados del fuego gracias a la votación popular y otros elementos como los carteles oficiales de las fiestas falleras.
En el otro extremo del cauce del río Turia se encuentra ubicado el Bioparc, un zoológico de nuevo cuño que, recientemente, ha celebrado sus primeros seis años de vida. El concepto de Bioparc remite a la zoo-inmersión, es decir, proporcionar a los animales en cautividad un hábitat lo más parecido posible al real, al tiempo que se tratan de eliminar, en mayor medida, las barreras físicas y visuales entre los animales y el público.
Variando nuestro recorrido y adentrándonos en el centro histórico de Valencia, en la calle Caballeros, perteneciente al barrio del Carmen, se sitúa Museo L’Íber, tal vez uno de los grandes desconocidos de Valencia. El Museo L’Íber de soldaditos de plomo, cuyos fondos ascienden a un millón de figuras (95.000 de las cuales se encuentran expuestas al público), ofrece al público visitante en sus distintas salas algunos de los frescos de batallas históricas y civilizaciones antiguas más destacadas en la historia de la humanidad.
Por último, el estadio de Mestalla, campo donde disputa sus encuentros el Valencia CF, dispone de distintas actividades enfocadas a los más pequeños como hacer un tour por el Mestalla o saltar al campo en las jornadas de Liga de la mano de los jugadores del primer equipo.