Del 15 al 19 de marzo, la ciudad de Valencia recibe a miles de visitantes que acuden a la conocida como “capital del Turia” bajo el reclamo de vivir de primera mano una de las mejores fiestas populares del mundo, las Fallas, declaradas de Interés Turístico Internacional. Según algunas versiones, el origen de las actuales Fallas puede encontrarse en el Gremio de Carpinteros, que en honor de su patrón, San José, quemaban sus viejos enseres en hogueras purificadoras. Ya bien entrado el s. XVIII se tiene constancia de unas primitivas fallas en su sentido de conjunto de ninots (muñecos) de carácter satírico y reivindicativo, vestidos con ropajes de tela. Hoy en día, tras atravesar etapas de realización en cartón, se ha impuesto el uso en la fabricación de monumentos del corcho blanco o poliestireno expandido, aunque algunas de las comisiones siguen apostando por las fallas de vareta, esto es de madera. La introducción del corcho blanco ha propiciado, gracias a las características de este material, que algunos remates se coloquen a más de 30 metros de altura.
El pasado año se plantaron en la ciudad de Valencia nada menos que 385 fallas (además de otras 250 en el resto de la provincia) y a fecha de enero de 2014 la cantidad de falleros censados asciende a más de 63.000 personas adultas, a los que hay que añadir un numerosísimo conjunto de niños y niñas, con los que se rebasaría la cifra de 100.000 falleros.
Uno de los elementos más atractivos de la fiesta fallera es el vestido regional, mal llamado en muchas ocasiones “traje de fallero”. En el caso de la mujer, pueden vestir trajes de huertana o correspondientes al siglo XVIII, acompañados de aderezos como joies, broches, pendientes o peinetas en el moño o moños. En cuanto al traje usado por el colectivo masculino, los más utilizados son los llamados trajes de torrentí o saragüell. No hay límites económicos a la hora de encargar un vestido regional valenciano, y en el caso de uno para mujer, dependiendo de la calidad del tejido, fabricación artesanal o aderezos, puede alcanzar varios miles de euros con facilidad.
Si las Fallas dan comienzo cada año de manera oficial con la Crida o pregón de la fallera Mayor de Valencia desde las Torres de Serranos, algunos de los actos más destacados y dignos de ser visitados por los visitantes que llegan a Valencia durante las Fallas son la mascletà (disparo de explosivos pirotécnicos que puede llegar a alcanzar los 120 decibelios en apenas 5 minutos), la Nit del Foc (un espectacular castillo de fuegos artificiales que tiene lugar la noche del 18 de marzo, donde se llegan a disparar más de 2.500 kilogramos de pólvora), la Ofrenda (homenaje a la Virgen de los Desamparados que reúne a más de 50.000 falleros durante dos días) o la nit de la cremà, noche en la que tiene lugar la quema masiva de todas las fallas. También hay que prestar especial atención a algunas calles iluminadas de manera realmente espectacular, como es el caso de las calles Sueca y Literato Azorín o Cuba y Denia.