Si queremos hablar de la arquitectura gallega sería tentador empezar justamente por el comienzo con los misteriosos asentamientos amurallados conocidos como ‘castros’ que han sido descubiertos en remotas zonas montañosas y costeras de la región.

Estos, sin embargo, forman parte de una unión entre las culturas íbera y celta que data de hace miles de años, y, mientras que algunos de los elementos de esta arquitectura aún se pueden ver en las casas rurales de Galicia, el estilo y los edificios de ciudades como A Coruña son muy diferentes.

A Coruña, un puerto costero que se extiende a lo largo de profundas ensenadas, siempre ha obtenido gran parte de su riqueza del mar, ya sea de la pesca, el comercio, como centro naval o, más recientemente, del turismo. Uno de de los productos más duraderos y famosos es la galería, un tradicional edificio gallego de varias plantas con fachadas de cristal que se ha convertido en un elemento arquitectónico llamativo y fácilmente reconocible. Como tal, la galería es conocida a nivel internacional como icono de A Coruña y su imagen se exporta por todo el mundo.

A primera vista, uno podría pensar que se trata de casas de mercaderes como las que existen en otras ciudades portuarias como Cádiz, Bruges y Ámsterdam, pero, aunque algunas fueron construidas, posteriormente, por personas acomodadas y muy influyentes, el estilo de la galería tiene su origen en los astilleros navales del cercano puerto de Ferrol, donde este tipo de estructura vio la luz por primera vez en el siglo XIX.

Galerías coruñesas

Habiendo comenzado a construir galerías acristaladas en embarcaciones marítimas para mejorar la visibilidad durante los temporales y el fuerte oleaje, el diseño de las fragatas y buques mercantes se puso de moda también en la arquitectura local. Debió empezar como una experimental fachada de cristal unida a un humilde edificio de una planta, pero en poco tiempo las fachadas fueron haciéndose más grandes y elaboradas, y los edificios más grandes y más altos.

A Coruña es una ciudad rica en estilos arquitectónicos, desde el estilo tradicional celta, románico y barroco hasta el neoclásico, moderno y futurista, pero no hay ninguno más emblemático que el de las preciosas galerías de la ciudad. Situadas en elegantes avenidas, como la Avenida Marina en el centro de la ciudad, estas consisten en galerías de cristal y acero blanco  adornadas con intrincados y elaborados acabados, creando un estilo que parece casi bordado.

Hoy en día, estos edificios que juntos transforman la Avenida Marina en una pequeña ‘ciudad de cristal’ están declarados tesoros nacionales y forman parte del orgulloso patrimonio modernista de A Coruña,  permitiendo a los afortunados propietarios disfrutar de vistas al puerto desde la comodidad de sus casas, tanto si llueve como si brilla el sol. Muchos de los edificios modernos de la zona muestran, también, versiones contemporáneas de este diseño, sin embargo, los edificios más antiguos se encuentran en calles como Juana de Vega, Picavia, Feijoo y las Plazas de Lugo y de Pontevedra.

El efecto creado aquí es mucho más íntimo y con cierto encanto medieval en comparación con los altos y elegantes edificios de la avenida del puerto, pero cada uno representa un punto de referencia único como firma arquitectónica de esta ciudad costera.